Esperanza colectiva. Despacienciente transcurrir. ¿Es? ¡Pero no quería quién venga! Oscurece todo el tiempo. Cae agua. La plataforma asfáltica ayuda a aterrizar. Sin embargo, no soy yo quien iba. Mi brazo derecho extendido, en vano. Como la ranura de una alcancía rota, desborda el 92 de aire y aire, vulgo tufo, en mi memoria. No se podía respirar así, es bien mal. El aguarde objetiva, pero yo sujeto. ¡Llegado! 22:19 hs. Al fin.
-
2 comentarios:
Upa!
Y no se mojó la libretita?
¡Tengo cartera de cuero!
Publicar un comentario