martes, 16 de julio de 2019

Reseña #836- Los cazafantasmas - Revista Solo la tempestad 2019



Por Lorena Gall

Serenos en la noche, la nouvelle de Ever Román que publicó la editorial Cachorro de Luna, nos cuenta la historia de Sampedro, un albañil que empieza a cuidar a contraturno, la obra en la que trabaja durante el día en reemplazo de otros que abandonan el puesto porque, en palabras del capataz, “se cagan” (de miedo). A Sampedro, muy pronto, le tocará experimentar en carne propia los sucesos extraños que han hecho crecer el rumor de que la casa está embrujada.
Esta nouvelle nos cuenta muchas cosas y lo hace cambiando de carril a medida que avanza. En un inicio, nos presenta la dura situación de Sampedro, quien necesita trabajar de día y de noche, la solidaridad de Quispe, un colega que lo ayuda a construir una carpa para guarecerse del frío y el sacrificio de Ossorio, el guardia de la garita cercana, que hace veinte años pasa en vela las largas noches invernales. Este último es el que nos relata el drama de Amalia, la ex dueña de casa, atravesada por la militancia y entrada en la clandestinidad de su marido, la tortura y violación masiva por parte de un grupo de tareas, el descubrimiento atroz de su embarazo luego de aquel episodio, el exilio, el retorno a Argentina y la desaparición forzada de su esposo y su hija.
A través de Amalia vemos la historia trágica del país durante las tres últimas dictaduras militares pero en lugar de ahondar en una mirada realista sobre el pasado, la nouvelle se convierte en un cuento de fantasmas. El encargado de llevarnos por esta dimensión ya no es Ossorio sino Quispe, el único que oye y comprende las voces de los espectros del profesor, de Amalia y de la niña. Ese es un recurso interesante: cada personaje echa luz sobre una parte distinta de la historia y lo hace abriendo el juego de la representación.
Con el narrador externo pasa algo parecido porque nos aporta una reflexión distanciada de lo que leemos. Nos señala, por ejemplo, que la tormenta que se desata en un momento es frecuente en muchos relatos de fantasmas.
Hacia el final, en lugar de hacer crecer el miedo, la historia se abre el camino por el humor. Esta vez es Sampedro el que tiene la información que hace falta para develar el misterio. Luego de un sueño plagado de signos, se vuelve medium de los espíritus de Amalia, su esposo y la hija, y Quispe y Ossorio, dos graciosos cazafantasmas.
Serenos en la noche nos abre entonces interesantes preguntas: ¿podemos abordar el horror  con humor? ¿Cuánto tiempo debemos dejar pasar para permitírnoslo? No es que la nouvelle se prive de mostrarnos el horror pero en cambio, sí nos ofrece una alternativa para exorcizarlo. Quizá porque el humor es el mejor vehículo para comunicar lo incomunicable o quizá porque produce emociones sanadoras es que podemos celebrar este libro y con él, la purificación que ofrece la risa.

Serenos en la noche (2018)
Autor: Ever Román
Editorial: Cachorro de Luna Editorial


extraído de http://www.solotempestad.com/romanxgall/

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