Escribe Acheli Panza:
El abuelo de mi mamá, lo conocí por el amor que ella le tiene y por todo lo que me contó sobre él. Fue un español, anarquista que acá trabajó como sereno. Eso y porque me gustan mucho las historias que hablan sobre la amistad y el trabajo como posibilidad de sobrevivir, aunque en planos contrapuestos, es que me gustó tanto el libro. Aparte es una historia escrita con imágenes sutiles y poderosas, tiene poesía. Para disfrutar mucho.
Serenos en la noche, Ever Román.
"En qué consiste ser un sereno? Básicamente, la tarea se fundamenta en una actitud polisémica y en un levísimo desplazamiento semántico: ser sereno tiene que ver con la serenidad, con volverse un poco como la humedad de la noche que inunda todo, de manera tangible pero delicada, como una caricia; ser sereno es ser el habitante de la intemperie, todo ojos y movimiento, en vela, encendido y flameante, y la vigilia de un sereno requiere un vigilar tanto intelectual como físico de algo muy concreto y ajeno, exterior a él y perteneciente a otro. En pocas palabras, el sereno dona su cuerpo y su mente por algunas horas, deja de pertenecer pero tampoco pertenece a nadie, es más bien un obstáculo, cumple la función de un impedimento. Ser sereno es ser un impedidor."
El abuelo de mi mamá, lo conocí por el amor que ella le tiene y por todo lo que me contó sobre él. Fue un español, anarquista que acá trabajó como sereno. Eso y porque me gustan mucho las historias que hablan sobre la amistad y el trabajo como posibilidad de sobrevivir, aunque en planos contrapuestos, es que me gustó tanto el libro. Aparte es una historia escrita con imágenes sutiles y poderosas, tiene poesía. Para disfrutar mucho.
Serenos en la noche, Ever Román.
"En qué consiste ser un sereno? Básicamente, la tarea se fundamenta en una actitud polisémica y en un levísimo desplazamiento semántico: ser sereno tiene que ver con la serenidad, con volverse un poco como la humedad de la noche que inunda todo, de manera tangible pero delicada, como una caricia; ser sereno es ser el habitante de la intemperie, todo ojos y movimiento, en vela, encendido y flameante, y la vigilia de un sereno requiere un vigilar tanto intelectual como físico de algo muy concreto y ajeno, exterior a él y perteneciente a otro. En pocas palabras, el sereno dona su cuerpo y su mente por algunas horas, deja de pertenecer pero tampoco pertenece a nadie, es más bien un obstáculo, cumple la función de un impedimento. Ser sereno es ser un impedidor."
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