"-Así pudiera partir por la mitad todas las cosas enteras... Así pudiera cada uno salir de su ignorante y obtusa entereza. Yo era entero y para mí todas las cosas eran naturales y confusas, estúpidas como el aire; creía verlo todo, y solo veía la apariencia. Si tú algún día llegas a ser la mitad de ti mismo, muchacho (y yo te lo deseo), comprenderás cosas que están más allá del alcance de la inteligencia de los cerebros enteros. Habrás perdido mitad de ti y del mundo, pero la mitad que te quedará será mil veces más profunda y preciosa. Y tú también desearás que todo sea cortado y deshecho a tu imagen, pes la belleza, la sabiduría y la justicia solo existen en lo partido y despedazado."
“Las dos mitades del Vizconde”, De Italo Calvino
Ed. Futuro, 1956. Buenos Aires.
Traducción María Dabini
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2 comentarios:
Supongo que realmente, lo que sucede, es que no hay nada que sea entero, sólo que queremos ver las cosas así y es lo que nos engaña...
Lo importante está en saber mirar.
Salud!
Hermoso.
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