«-¿Aquién ha enganchado? -preguntó Profane (...)
-A Beatrice -dijo Beatrice.
La señora Buffo, propietaria del Sailor's Grave ("la tumba del marinero"), también llamada Beatrice, tenía la teoría de que, lo mismo que los niños pequeños llamaban mamá a todas las mujeres, los marineros, a su manera tan indefensos como los niños, debía llamar Beatrice a todas las camareras. Para poner en práctica de un modo más perfecto esta política maternal, había instalado para los clientes grifos de cerveza hechos de gomaespuma, a los que dio la forma de grandes pechos femeninos. En las noches de paga, de las ocho a las nueve, tenía lugar algo que la señora Buffo llamaba La Hora de la Teta. La abría oficialmente saliendo de la trastienda vestida con un kimono con dragones bordados que le diera uno de sus admiradores de la VII Flota, se llevaba a los labios un pito de contramaestre de oro y tocaba a fajina. A esta señal todos los presentes ponían proa hacia los grifos y, si tenían suerte de llegar hasta uno de ellos, podían echar un chupito de cerveza. Eran siete los grifos, y solía haber un promedio de 250 marineros a la hora de esta diversión.»
(pág. 13)
"V.", de Thomas Pynchon.
Ed. Tusquets, 1987, Barcelona. 552 pp.
Traducción de Carlos Martín Ramírez.
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6 comentarios:
genial! henry miller x todos sus poros este Pynchon prístino...
El amigo pynchon socavando el territorio de lo solemne siempre, se caga de risa y nos presenta historias de todos los calibres. Cuéntote amigo ever que estoy leyendo el arco iris de gravedad y la paso bien.
saludos
que idea!
beso
¡Llegó la hora de la teta, llegó la hora del maestro!
"Memorias de un muerto, el viaje sin retorno de Amado Bonpland", en la B.N. de Buenos Aires
Ch'amigos bonplandianos,
tengo el agrado de invitarlos a todos el lunes 09 de agosto, en la sala Augusto Raúl Cortázar*a, de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, a las 19h, a la presentación de mi primera novela:
Se trata de las primeras memorias apócrifas de Amado Bonpland, el gran explorador francés del XIX, nacido en 1773 charentés como yo y muerto correntino en 1858, después de haber recorrido gran parte de América Latina, primero con Alejandro de Humboldt y luego solito, y a los cuales bien se los puede considerar como los RE-DESCUBRIDORES*b de este maravilloso continente...
Eric Courthès
*a: gran folklorista argentino, nacido en Salta en 1910 y muerto en BSAS en 1974.
*b: según su gran amigo, Simón Bolívar
HOla, Kuru!
En lo que me había fijado en que hay un emparentamiento fabulador, si puede decirse así, con el Perec de la vida instrucciones de uso...
Saludos!
Mario!
Socavando con dinamita! Leo despacio este libro, la verdad es que está buenísimo. Ojalá también el arcoiris. ;)
Saludos!
N.
Es aplicable localmente esta idea, imagino...
besos
Elumber!
Leíste a David Foster Wallace?
Saludos!
Kuru,
voy a estar ahí para conocer al tipo.
gracias por avisar,
saludos
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