lunes, 29 de junio de 2009

El juego del revés, de Antonio Tabucchi

1
Percibo a mi alrededor un clima melancólico. La ultraderecha de fiesta, el maquillaje de CFK se le corre en la mejilla, el presidente hondureño Zelaya tiene en pijama sucio en Costa Rica y aquí, en Buenos Aires, llueve. Aprobaron en Uruguay la "Ley de personas de ambos sexos", que intenté entender qué era y no lo pude hacer. Es algo como que en cada votación debe haber representantes de ambos sexos disputando los cargos. Prácticamente ya no tiene sentido la lucha por la igualdad de los sexos...
Y es más, estoy pasando por una época melancólica porque, a fin de cuentas, acostumbro a estar melancólico. Que el mundo esto o lo otro, me da igual, mi melancolía sigue incólume, pues mi melancolía, aparte de ser auténtica y nutrirse de esta época particularmente melancólica, es una pose. Pongo cara de saudade apenas me dispongo a saludar. Al despedirme es peor, casi como si me doliera, por ejemplo, la muerte de Farrah Fawcett. Lo cierto es que no me dolió la muerte de Farrah Fawcett. La verdad es ni siquiera me importó la muerte de Michael Jackson. La gente anda muriéndose todo el tiempo, ¿por qué debería preocuparme? Sin embargo, por la pose que adopto (y que también es parte mi naturaleza), parezco afectado.
La pose del melancólico es interpretada muchas veces como una pose de dolor.

2
Sin embargo, soy consciente de que hay gentes más melancólicas que yo, y que posa de melancólica con más intensidad que yo.
Esto no me afecta, claro. Solo tomo apunte.
Uno de estas gentes es Antonio Tabucchi. Tengo un libro suyo en la mano, "El juego del revés", Anagrama, 2001, traducción de Carmen Artal. Es un libro verde. ¿Qué me pongo esta noche? (What Shall I Wear tonight?) es el título del cuadro de Martin Leman que va en la tapa...
El verde es un color melancólico... y no entiendo la ilustración, ¿qué hace en un libro como este?
Preguntas... siempre hay preguntas...


"Le puéril revers des choses" (El pueril revés de las cosas), dice el epígrafe del libro, tomado de Lautréamont.
Tabucchi vive una melancolía más intensa que yo, y no me da envidia, no, no...
Escribe como si se preguntara:
¿En qué momento me han metido esta escoba tan grande en el culo? ¿Me duele... no me duele...? Es difícil saber... Voy a ponerme a reflexionar sobre el arte... Pero no utilizaré el escritorio, ni la mesa de un café... mejor me recostaré en el piso de mi estudio, así estoy más cómodo... ¿me duele... no me duele...? El arte contemporáneo solo puede hablar de la falta de alma... Oh... Oh... ¿me duele?

3
El primer cuento es muy hermoso, "El juego del revés", tan bont vivant en la prosa, tan sentido el sentimiento. Un hombre, es Tabucchi, que piensa mucho en la muerte. Y es delicado. Es poético, todo el tiempo es poético. Escribe con guantes blancos, de seda, pero con agujeros por los que le salen los dedos. "Cuando María do Carmo Meneses de Sequeira murió, yo estaba contemplando Las Meninas de Velázquez en el Museo del Prado", así empieza el cuento. "Y en aquel momento me encontré en otro sueño", termina el cuento. Ya pueden imaginarse lo que hay en medio.

4
"Carta desde Casa Blanca", se llama el segundo cuento. La misiva de un travesti argentino, que nació en Italia y le escribe a su... y se apoda con el nombre del árbol de palmera que los dos querían mucho, Giosefine, y le cuenta la historia de su vida que empezó en un colegio religioso en Mar del Plata y termino en...
"Teatro" se llama el mejor cuento. Un militar portugués conoce en un país africano a un diplomático inglés, que lo invita una noche a su casa, y luego de la cena lo invita al teatro, pero este teatro resulta ser un galpón de madera improvisado donde el inglés se pone a interpretar a Shakespeare, durante muchas visitas, las obras más famosas, haciendo todos los papeles. Esto dura un año hasta que el militar portugués... Buenísimo el cuento.
"Paraíso celeste" es un cuento en que una italiana estudiante de arte se pone a practicar un diseño floral japonés, instada por su jefa, y presencia cómo la aristocracia europea vende muerte al África mientras su putas esposas juegan con flores...
"Las tardes de sábado" es un cuento con título hermoso. Me hubiese gustado saber de qué trata. En la sexta página anoté con lápiz de papel, luego de leer unas líneas sobre el verano en las azaleas: "me importan un huevo tus azaleas". Y luego anoté, en la séptima página, al final de un largo párrafo: "realmente no entendí absolutamente nada de este párrafo". Y creí entrever un desperfecto en ciertas líneas, pues en la melancolía se me da a veces de mecánico. Dicen las líneas: "y las manos sobre el regazo, aparentemente inmóviles, eran sacudidas por un estremecimiento imperceptible". ¿Cómo, pregunto, si el estremecimiento era imperceptible, lo notaría el narrador, pues no es un narrador omnisciente sino un niño que es también personaje del cuento? Y no obtuve nada más de este cuento.

5
"Dolores Ibarruri llora lágrimas amargas", es el garciamarquezco título de uno de los cuentos. Tiene esta anécdota memorable: "Se escribían cartas, jugaban a un juego, era un juego precioso, es decir, creo que era una cosa muy poética, leían libros y después se escribían cartas como si cada uno de ellos fuese un personaje de los libros que habían leído, personajes inventados o personajes históricos..."
"El pequeño Gatsby" es otro cuento, con personajes de, claro, FItzgterald, y tiene esta línea preciosistamente preciosa: "ha tenido una infancia cariada que de vez en cuando le duele con punzadas agudas". Y el resto del cuento no importa mucho.

6
El último cuento habla de una tipa que trabaja recibiendo llamadas de suicidadas, y ella tiene que evitar que se maten hablándoles de cualquier cosa. Una telemárketer de la vida. "Voces", se llama. Lindo cuento.

7
Me he quemado el bigote al encender un cigarrillo. Esta crónica huele a pelo quemado...

8
Tabucchi...


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15 comentarios:

Ojaral dijo...

Jajaja! Grande Ever. La ironía es un buen remedio contra la melancolía afectada. Nunca me interesó Tabucchi, a pesar de los elogios de Pitol, y ya no creo vaya a leerlo.
Saludos, che!

N. dijo...

no entendi los puntos suspensivos en "el travesti le escribio a..." a quien?? no es lo primero que se me viene a la mente Otro. ¿!a quien!!? y las flores?? que hacian? ¿¿¿fue todo por la melancolia????? yo prefiero la mania. si no recuerdo mas las ideas suicidas no se concretan en la melan sino en la mani, y mas si viene con cerveza!
dicen por aca hay varios muertos que no saben donde meter!!!!
besos
me gusto tu critica, coincido con Ojaral lo ironico y divertido, esos finales cambian todo. de paso saludos a ojaral y a marina de mi parte, cuando quieran son bien recibidos. besos y cariños a ambos

A dijo...

Yo deberia tener una linea para suicidas.

Besos malvados
A.

Marina! dijo...

y tampoco te importó quemarte el bigote? porque aparte de melancolico parece insensible. Pero esta muy divertido, una especie de Humprey Bogart posmoderno y melancolico usted.
pd1: Tabuchi me encanta.
Pd2: Yo creo que la escoba en el culo ma sbien le gustó, :) si no no pasa tanto tiempo reflexionando el hombre.
Pd3: Un beso grande a Naty.

e. r. dijo...

Hola, Ojaral!!!
Pero tiene libros buenos el tipo... por ejemplo sostiene pereira y escritos sobre pessoa, en fin, nadie es perfecto, pobre tabucchi.
saludos

N...
vos sos divertida. y ojalá pasen pronto de visita, verdad?
saludos


hola, A
buen punto.
saludos

marina!
a mí también me gusta tabucchi. y lo del bigote sí lo sentí! al menos en el olor....
saludos

marichuy dijo...

Ever

El número uno podría haberlo escrito yo (claro no así de bien contado, pero el sentimiento es igual). Aquí el domingo próximo, es cuando nos toca el circo electorero.

Pero lo mejor, es decir que estás melancólico porque así te gusta estar. Igual que yo.

(A mi tampoco me importó la muerte del MJ)

Saludos

mario skan dijo...

No sé por qué pero siempre evité los libros de Tabucchi, hay una película que se llama Sostiene Pereira que está basada en uno de sus libros que me imagino un plomo.
Con tu reseña quedo en una posición en torno a Tabucchi, no me acercaré, por ahora, a su obra.
saludos

e. r. dijo...

Hola, marichuy!

pues MJ no nos tendría en su funeral, parece. pero tampoco puede sentirse mal, hay gente que lo recordará por siempre...
aguante la melancolía!
saludos

hola, mariano
no quise dar una idea tan negativa!!!
a mí me encantó sostiene pereira, la novela, y la peli no la vi pero dicen que está buena.
uno de los mejores libros que leí se llama "se está haciendo cada vez más tarde", y es de tabucchi. lo paradójico es que también son de tabucchi algunos de los peores que leí...
saludos!

Workaholica dijo...

Mi Ever:

No me gusta la melancolía porque me atrapa.... como la humedad, que se va metiendo hasta los huesos.... no la dejo que se acerque... la alejo de mí con todas mis fuerzas...

Ten cuidado con esos cigarrillos, no vaya a ser que te quemes las pestañas (y no precisamente por estar leyendo)

Besos

Richard dijo...

Hola, Ever:

Aunque estoy un poco celoso de tu creatividad (reconozco que mis propias entradas son más, ¿cómo se dice?, conformistas...), me gustó esta reseña a pesar de nunca haber leído nada por este autor. ¿Cómo va el marcador? Ever 1, Tabucchi 0. ¡Saludos!

Canalla dijo...

Hola, Ever, perdón por tanta demora. La melancolía más profunda que solemos llegar a enfrentar viene del arte, no de la vida.
Y no envenena si no le abrimos la puerta y la contemplamos desde la ventana. Hay otra más devastadora aún, esa sí desde la vida, pero la mayoría escurrimos ágilmente el bulto sin reconocerla. En fin. A mí lo que no me gusta de los libros de cuentos -no los de Tabucci sino en general- sólo son tres cosas: que no estén de moda y las editoriales eviten publicarlos; que no estén bien armados y sólo se necesite uno malo para que desmerezcan todos los demás, y que yo no acabe uno y no sepa si algún día lo haré. Saludos.

e. r. dijo...

Hola, W
la melancolía solo toca a algunos con placer, a otros ya es como nada va ni viene, verdad?
tomo tu consejo con los puchos...
saludos

HOla, richard!
falta de creatividad, querrás decir.
el caso es que me gusta mucho tabucchi y creo que no lo expresé muy bien aquí...
saludos

canalla,
los libros siempre, dicen, terminan dándote algo importante, aunque lo que te den no esté en esos libros. así que mejor seguir leyendo,
saludos

RebecaTz dijo...

Me gustó la reseña y me divertí mucho leyéndola.
No he leído al autor,aunque veo que no tiene tanto adeptos por aquí...
Hace poco compré La cabeza perdida de Damasceno Monteiro, a ver qué tal.

¡Un saludo!

Richard dijo...

Hola, Ever: No te preocupes. Estoy seguro que el "malentendido" se debe a mi castellano y no a tu "falta" de creatividad. Nos vemos.

osvaldo dijo...

Me parece que el que intenta copiar a tabucchi en su melancolía sos vos. Queres darle un toque poético, pero claro, no te sale porque no lo haces desde el corazon y si de la falsa melancolia que decis tener. Además, te metés con un grande de las letras para llamar la atencion, cuando en realidad no sos mas que un insecto facho que no entiende nada de literatura. Si criticas así a tabucchi, que le queda entonces a Kafka, dostoievski, Stendhal, Pessoa, Gabo, Cambaceres, Dickens, Cortazar y el propio Borges. Solo nombro un par de escritores. Te recomiendo que leas la revista genios de Clarín y si es mucho para tu materia gris, te recomiendo Paulo Cohello. Te mando un abrazo viejo, realmente sos la prueba de que la estupidez humana no tiene límites.