Quiero tenderte en mi cama,
sumergirme en tu vientre,
dejar que mis pensamientos se combinen con tu carne;
quiero ser la sangre loca que te llena las venas.
Es hora que abras los ojos.
Deseo, estéril madrugada,
que te despereces como una mujer.
2 comentarios:
Ojo con los fantasmas, don Ever. :P
Lindo el poema, fuera de joda.
Hey, me gustó esto, Ever.
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