viernes, 15 de enero de 2010

Prisión perpetua, de Ricardo Piglia


Editorial La Página S. A., 2009.
Bs. As. 128 pp.


Demasiado cualquier cosa para ponerla nomás por ahí es lo que se cuenta, como un hijo bobo de su inspiración e híper cerebral con el objetivo de poner un par de frases sobre literatura que son el transfondo interesante.
Después de unas mágicas primeras páginas todo va por ahí, siendo todo muy genial en frase, pero de una genialidad así nomás.
Un escritor norteamericano llega a Mar del Plata y ahí conoce a un chico bonaerense (Piglia) que escribe un diario y el diario es lo que leemos. El norteamericano está detrás de una mujer y escribe y reescribe una novela (también es Piglia este) y la explica y más y más, Dios santo.
Y hay un conjunto de parrafitos con historias de locos y más.
Y la segunda parte es de... ¡un escritor! ¡Que es Piglia! ¡Que va a una casa de escritores en Francia! ¡Y conoce a otro escritor! ¡Que escribe un diario que predice el futuro! ¡Y el futuro escrito es el futuro del protagonista! ¡Es decir Piglia! ¡Y el nostradamus tiene una hermana que escribe sobre dichos populares! ¡Y Piglia se la quiere curtir, pero en vez de hacerlo, hablan del hermano! ¡Ja ja ja aja jajaja!

¿Se dieron cuenta que hay un montón de escritores protagonistas de libros?
¿Dónde se vio una entomología que estudia a los entomólogos?
¡Qué será, de seguir así, de los pobres insectos!

La coda, llama El Fluir de la Vida, que está en medio de la novela, es uno de los más hermosos y perfectos relatos que se hayan escrito jamás.


Línea para Ricardo Piglia, por su amigo E. R.

La perfecta red del lenguaje se ha deshilado y está deshilándose, pero no forma un continuum de hilo extendiéndose imperturbable como la muerte, sino que al deshilarse se enreda por todas partes y sigue enredándose por ahí, y entonces yo trepo por los nudos buscando una punta suelta para tirar de ella pero termino enredado también por todas partes y sigo trepando por ahí entre la maraña enredándome más todo cargado de hilo y ya estoy volviéndome definitivamente loco.







+

14 comentarios:

Richard dijo...

¡Hola Ever! No sé si Piglia es la reencarnación de Roberto Arlt o de Pierre Menard, pero me encanta este tipo. Desgraciadamente, no puedo decir nada sobre Prisión perpetua porque ya no lo he leído. ¡Un saludo!

N. dijo...

no me termino de quedar muy claro lo del libro, parece que aún merece la pena leerlo. ahora, coincido contigo con eso de los escritores que escriben sobre escritores. Nunca me termina de quedar claro si es autobiografico o un deseo inconcluso o una modalidad elitista para los altos literatos que por ende dejan por fuera a una lectora como yo, que termina embolandose de los dialogos literatos... no mas le quedan ser elitistas, nunca la isabel allende del tranvia. (digo, por lo de los mas leidos)
besos

N. dijo...

ah! el regalito último a piglia merece el post entero, sera que usted hace lo mismo que quien critica?

RebecaTz dijo...

A mí lo que me queda clarísimo es que tengo que leer a Piglia.
Excelente el último párrafo.
Un saludo.

e. r. dijo...

Hola!
Pues sí vale la pena leerlo y también aburre. Richard, no sé si la reencarnación de Arlt, pero sí que busca serlo a toda costa, casi siempre innecesariamente. Sigue como caminando por otro camino Arlt, y va a otro sitio después de venir, también, de otro sitio; y como que P busca en la superficie y no encuentra y hace algo formalmente parecido pero es completamente diferente. N, eso de lo autobiográfico frustrado es posiblemente así; quizá en vez de escribir, lo que desean es ser personajes literarios, o creen que merecen ser personajes literarios, ¿no? Andrómeda, sí vale la pena, pero no sé si este libro, sí Plata quemada y Respiración artficial. ;)

Besos

Marina Agra dijo...

No tengo muy leído a este autor, y siento que me lo debo (como tantos otros). Lo que sí creo -yendo al punto- es que el ego trabaja en el trabajo que trabajan los escritores. Sin más: para escribir primero hay que creer que se tiene algo que contar. ¡Bendito ego, pues! Besos, señor!

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

¡Hola, Ever!

Suena bien este libro. Un poco complicado, pero bien. Y qué lindo el texto que le dedicas a Piglia.

Anoto el libro en mi interminable lista.

Saludos

kurubeta dijo...

Para mi es un escritor de un solo libro: "Respiración artificial", y d un texto ke está en "Nombre falso", narración ke gira sobre Elizabeth Nietzsche en Paraguay...
Es una acädémico, un profesor, lo suyo son los ensayos y ya.

marichuy dijo...

"Y el nostradamus tiene una hermana que escribe sobre dichos populares! ¡Y Piglia se la quiere curtir, pero en vez de hacerlo, hablan del hermano¡¡!!"

Jajá, ay Ever, reseñas tan sabroso, que yo acabo deseando leer los libros que comentas, así sea que los hayas tratado mal.

Un beso

Anónimo dijo...

me encanta que escriba Don ever!! muchos besos!!
Natuchi

mario skan dijo...

Se me pasó esta novela de Piglia. Creo que agotó buena parte de su inventiva con Plata quemada, un libro copado, porque después no escribió más novelas, además había un rollo de por medio igual que Caparrós que decían se había afanado la historia de Valfierno. En este punto hay que ser severos, si el tipo escribio una novela copada qué importa si el argumento se la afanó a otro que no pudo con ese idea.
Me quedo con la espina. Voy a pasar por el kiosco a ver si todavía se consigue el libro de don ricardo-
saludos

e. r. dijo...

hola, marina
es tal cuál como decís. por otra parte, sino tuvieran ese ego, ¿leeríamos a estos autores? uno escribe sobre lo que puede, no?
saludos

hola, Strika!
gracias. ;)

Hola, Kuru
ese cuento es el que digo que es de la san puta. Está en este libro.
son lo más, che. Tengo Lluvia Negra y Danilo Kis, que ya empecé.
saludos

Natuchi!
A mí me encanta su visita.
saludos

Mario,
y si no robaran de dónde sacarían argumentos, verdad? Hay cada reclamo incomprensible.
Plata quemada es lo más.
Saludos

k dijo...

así a primera vista suena un poco a metaliteratura tipo Vila Matas, interesante

Omar dijo...

No sé si intentaré leer a Piglia más allá de su cuento La loca y el relato del crimen. Lo demás lo he dejado en las primeras páginas. Es como que más allá de la narración literaria, escucho su voz como diciendo "miren cuánto sé", "observen mi despliegue" y bah. Me jode cuando leo y tengo la presencia del autor encima. No. No voy a ir por Piglia, presiento, por otro largo tiempo.