miércoles, 21 de enero de 2009

El Gran Capitán (un paseo) 3

2:30 AM
El tren se detuvo en medio de la nada. Por las rendijas de las persianas cerradas vemos que es una nada de calles de tierra olvidadas, yuyales, perro que no para de ladrar, casas y casas. El tren pita y avanza otra vez. Un par de persianas han sido levantadas completamente. Alguien nos grita desde afuera. Desde nuestro vagón le responden con otro grito ininteligible. Casi todos los pasajeros, salvo nosotros y los del asiento del grito, están dormidos. Nadie ronca, ni habla en sueños. Silencio y el chirrido de las ruedas de metal contra las vías. Nuestro avance entre una y otra convulsión es un salto al vacío.

3:10 AM
El tren se detiene. Afuera hay ya muy pocas casas. Pasa el guarda y comenta: «Parece que van a enganchar un vagón". Nos encaminamos al espacio entre vagones a fumar unos puchos. Tres new hippies bajan del tren a estirar las piernas. Uno de ellos se entretiene arrojándole piedras a un alumbrado público. Los otros hacen chistes, comentan anécdotas, ríen. Nosotros, serios, fumamos. Se ven muy pocas estrellas en el cielo. El chico que leía a Orwell despertó y trasladó aquí, pucho en mano, su salón de lectura. Pasa una intrascendente media hora; luego tras el sonido del pito, volvemos a los asientos.


sueño sueño sueño


8:10 AM

Es un amanecer luminoso, soleado, el cielo sin nubes. Estamos atravesando un caserío mesopotámico. Una radiosita suena a todo volumen: Welcome to the jungle. El cielo azul celeste y el verde de las pasturas nos atacan desde las ventas. En cocina nos dicen: «Habrá agua caliente en media hora». Sweet child of mine. El dj es un capo.

9:10 AM
Conseguimos. Agua caliente. Durante la noche, el tren se detuvo unas diez veces. Diez a quince minutos por vez. Nadie nos explicó por qué. Aunque, ¿deberían explicarle a los pasajeros por qué para el tren cada vez? Desyunamos pudín de pan con mate. Pasa por los pasillos un mozo gritando: «¡Sándwich de milanesa! ¡Pebete con queso!». Algunos pasajeros comprar y comen sándwiches; otros ya los tenían y comen sus sándwiches; otros, al igual que nosotros, comen dulces y toman mate.

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14 comentarios:

marichuy dijo...

Ever

"El tren se detuvo en medio de la nada. Por las rendijas de las persianas cerradas vemos que es una nada de calles de tierra olvidadas, yuyales, perro que no para de ladrar, casas y casas."

Me gustó esta imagen; me trajo a la mente los pueblos olvidados que va uno pasando cuando se adentra por los caminos del sur de México.

«¡Pebete con queso!»

¿qué es el «pebete»?
(qué floja verdad? en lugar de irme a googlear, je)

Saludos

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Pues yo sí busqué lo de pebete y me salieron unas imágenes de una especie de "torta mexicana" (sandwich) y como ya empieza a hacer hambre se ma antojaron.

Muy buena la serie de tu viaje, Ever.

Un saludo

Ojaral dijo...

Sabe que cuando yo era pibe (o pebete, je) viajé varias veces en el Gran Capitán? Mi mamá es entrerriana y solíamos ir en verano a su pueblo, Las Moscas. Pero en ese entonces el tren no se paraba a cada rato y tardaba unas cinco horas en llegar al centro de esa provincia. Lo que sí, que como éramos bastante pobres siempre viajábamos en tercera clase, sentados en bancos durísimos, con la luz prendida toda la noche y bastante apretujados. No se parecían, los vagones que yo recuerdo, a esos de la foto, con butacas que tienen apoyabrazos y todo. Pero supongo que el deterioro general habrá igualado unas incomodidades con otras, no?
Buenísima la crónica, Ever.
Saludos!

mario skan dijo...

Yo le digo Ever no hay nada mejor que el pollo frío para recibir el alba desde un tren, traído en una canasta de mimbre, con una hogaza de pan casero envuelto en un repasador.
En el sur la gente acostumbraba a trasladarse de pueblo en pueblo con su maleta de cartón desconchada y una jaula con dos gallinas de cresta caída.

Muy buena su descripción, además ese paisaje verde que ud. fotografió invita a un chapuzón al río.

saludos

Mafalda dijo...

...

Mi viaje en tren fue una aventura en medio de gallinas y olores humanos. Un calor de los mil demonios y a punto de la deshidratación. Todo se compensó con la llegada, los brazos de un amor de esa época, besos, apapachos, y cerveza helada jejeje...

Conozco un mexicano chilango que tuvo un tremendo chorrillo (diarrea) cuando se trago el mate preparado por él mismo. Tengo la seguridad que ni ideas tenía de como hacerlo jejeje.

Cuando escuché por primera vez la palabra mate, pensé que se trataba de mota (marihuana), después me dijeron que no se fumaba, sino que se ingería, entonces pensé que era chupe (alguna bebida alcohólica de por esos rumbos). Bueno ya después me enteré que es un té.

Aún estoy con la curiosidad de probarlo, espero no se me afloje el mastique como al mexicanillo pariente mío que mencioné jejejeje.


Oye, Mmmm...los puchos, ¿son equivalentes a los churros de por aca?

Mafalda

e. r. dijo...

Hola Marichuy!
Supongo que todos los pueblos se parecen de madrugada, verdad? Pebete es un pan especial, con que se hace un sándwich de queso. También tuve que aprenderme esta palabra, je. Googlear es aburrido. Gracias por la visita, politóloga.
Saludos


Hola Strika, pues así mismo son los pebetes! Ud. sí que no tiene problemas con estas cosas de palabras raras, je.
Saludos

Hola Ojaral! Qué bueno lo que cuenta! Tengo una foto de Las Moscas que se la mandaré para que la tenga. Todavía siguen los asientos, se les dice "clase turista", como si los turistas de estos pagos no tuvieran plata. Los vagones de las fotos corresponden a "Primera clase". Je, ahí nos fuimos porque sino nos mataban las 40 horas previstas. Además, $20 pesos más los pudimos pagar, por esta vez, je. La verdad es que son bastante cómodos los asientos esos. Hay también pulmans, que son vagones cerrados con aire, y camarotes, tipo los barcos. Pero con esto sí que hay diferencia de precios. Un montón de gente, sobre todo los locales, viajaban en clase turista. Así nos va. Gracias por pasar. Saludos

Hola Mariano! Pues que cosa eso del pollo frío, jaja. Tenga por seguro que lo anoto para próximos viajes, por lo menos en el Sarmiento, que es el tren que tomo más a menudo. Aunque probablemente a mucha gente no le caiga nada bien, jeje. ¿Cocinaban allí las gallinas? Eso sí que da curiosidad. Gracias por la visita! Saludos

Hola Mafalda! El viaje que cuenta tiene una pinta alucinante, je. Hace poco, a sugerencia de Strika, leí el significado de Aztec two-step. Algo así provoca el mate a veces, aún bien preparado, a los advenedisos. Pero la verdad es que es, además del vino y la cerveza, claro, y junto con el terere, la mejor bebida del mundo. Y los puchos son cigarrillos, los churros sería porros por acá. Le agradezco el que pase. Saludos

Marina! dijo...

Yo creo que las paradas estan pensadas para generarnos esa angustia de estar en la incertidumbre de no saber porque para el tren, anda a saber, a lo mejor el maquinista se siente poderoso con eso, je.
Esos minutos, los del pucho en medio de la nada, son tremendos. me encanta como los contas, uno puede viajar con ustedes.
Saludos!

marichuy dijo...

Bueno pues gracias a Madame Strika y a usted Ever, por la aclaración del pebete (como dice Ojaral, también suena a chaval).

Saludos

Mystica dijo...

Qué bien que cuenta, e.r.!
Y qué lindas fotos!
Para mí en el desayuno algo dulce, por favor, muy dulce.
Los pebetes que tan extraños parecen ser los dejamos para el almuerzo.
Después de todo le avisaron que habría agua caliente, no pida que también le avisen por qué el tren se detiene a cada rato, no sea tan exigente.
Un beso.

Mystica dijo...

Bueno, se me duplicó, hagame un favorcito, borre uno.
Gracias, perdón por las molestias ocasionadas.

e. r. dijo...

Marina, lo de los puchos es tal cual. Para otra gente tal vez sea un café, o una barra de chocolate o simplemente un par de mates. Pero esos momentos de pausa acostumbrada (fumar, mate, etc.), dentro de los desacostumbrado (el viaje en tren), hacen un punto de unión en que uno, paseante, puede armar lo que se dice la experiencia del momento. Así que saludos nomás Marina, y gracias por pasar. Nos vemos pronto en el asado. Saludos.

Cordelia, que gusto que pase! Y bueno, si se duplican los mensajes pues mejor, en todo caso la seguí y borré uno de ellos. Eso de que no paren el tren, bueno, no lo pedí, y tampoco, cierto, da para que lo pida. Así que quede tranquila nomás. Saludos

Marina! dijo...

ASADO? ehmm....cuaaal asado?
yo encantada pero no me invitaron che...sniffff

N. dijo...

yo me prendo! quiero asado! donde?

Anónimo dijo...

ya comimos el asado, je, riquísimo...