lunes, 18 de agosto de 2008

Emb0lañamiEnt0 2

Dice Ojaral, autor del Invernáculo, muy comprensiblemente: "Bolaño me tiene podrido. Es la versión latinoamericana de ese estilo internacional que es una mala imitación de Nabokov y Borges, y que parece haber sido amasada toda en la misma panadería."


Yo pienso que no hace falta ser tan malo con el cadáver de Roberto Bolaño. En todo caso hay que serlo con los que lo siguen matando incansablemente. Hay varios Bolaño pero sobre todo hay dos: uno es el idolatrado por el márketing, hipernecesario para las editoriales, y otro es el escritor ingenuo y parlanchín, de fe ciega en la literatura. Y0 soy de la opinión de que se puede leer a bolaño fuera del mercado, y leído desde ahí resulta bastante más interesante, aunque, eso sí, haya que sacarle los epítetos de ultragenio, máster, padre del infrarealismo, etc. Bolaño tiene una lectura de vuelo rasante de Borges, pero es un lectura posterior a un estilo formado. Lectura de vuelo rasante en el sentido de que absorvió una idea de encicl0pledismo en las citas dentro de sus libros, pero, en esto parecido a un Borges ocasional, sin digestión. Porque no se puede decir que el chileno haya leído "muy atentamente" a Borges, al menos esto no se ve, como en el caso de otros autores como Piglia que viene a ser casi un epígono pero a la vez es explorador de facetas tratadas por el Hacedor con desgana. La cita de autores inventidos y toda esa vuelta, es un invento muy anterior al Hacedor, mismo caso el de las citas y manipulaciones lúdicas de ideas filosóficas. Es bastante viej0 y remanido en la literatura mundial. La literatura francesa del XIX (el caso de la parodia viene del siglo XVI en Francia, el juego de autores es Quijotesco, Vidas Imaginarias ya l0 hemos mencionado, etc.) y algunos casos especiales en la inglesa (la alemana es espectacular en la parodia) da un ejemplo de exacerbación de este propósito. Y esta literatura Bolaño la leyó, podemos decir mucho del chileno pajero pero no que no conoció de literatura. Creo que algo interesante podría sacarse si se hace caso a que mucho del estilo viene de la literatura norteamericana: sobre todo la prosa de Raymond Carver, el hemingwayano Carver creado por su editor Gordon Lish, a la hora de volcarse en los relatos abiertos, elípticos, desabridos, aunque por supuesto con el folclore retórico de la poesía surrealsita y la manera en que fue absorvida por los latinoamericanos en los 60. Pero por sobre todo habría que recalcar la influencia de Allen Ginsberg, el de "Aullido", esto está patente en "Detectives Salvajes", allí la influencia del poeta yanqui es excesiva: y de vuelta retocado y más rendidor en "Amuleto". Quiero decir: el canto a los escritores perdidos en un paisaje alucinante, política y telúricamente; vueltos locos, borrachos, olvidados, etc. Es la Amércica, con CIA y drogas, de Ginsberg, pero ampliada con la cola desvaída de Latinoamérica. Es muy raro que los seudo críticos de la obra de Bolaño no reparen en los beatniks, y se afanen en la traída al pedo de borges y compañía. Respecto a Nabokov, creo que hay sí una manera de leer el paisaje procedente de Lolita en 2666; pero, es pobre mi lectura en este sentido, no encuentro más.

10 comentarios:

Ojaral dijo...

Es que precisamente eso es lo que termina agraviando la obra de un gran escritor exitoso, estimado e. r.: el oropel y la hojarasca, el esmalte que cubre al artista. Lo que me molesta en Bolaño es esa sintonía que establece con lo que se escribe en el gran mundo literario, esa voluntad de pertenencia a un grupo de autores que comparten un estilo similar, un aire de familia, y que de tan gastado ya no mueve un pelo. Un estilo que consiste en el abuso del distanciamiento irónico, en una destreza técnica de vocación clásica, en la referencialidad literaria permanente. En todo eso que constituye el manual básico para ingresar al catálogo de Anagrama, como creo que dijo alguien en el comentario a la entrada anterior. Puede que la mía sea una lectura cargada de prejuicio, pero el prejuicio es parte del gusto literario. No sé.
Da gusto igual discutir cordialmente sobre estos temas.
Saludos.

e. r. dijo...

Hola, ojaral. Lo de las reglas para entrar en el catálogo de Anagrama es así mismo como decís, ojaral. En ese sentido no lo veo como lectura prejuiciosa, sino debida a un juicio bastante fácil de dictaminar ya que salta a la vista el crimen: un estilo acartonado acorde a los gustos de las grandes editoriales. En este caso soy yo el que le estoy dando oropel y hojarasca, pero no con una intención de endiosamiento, y si me remito (esto no es una disculpa porque no hay por qué) a autores conocidos para trazar una ruta, es porque no me queda otra. la literatura es referencial. quizá no toda pero gran parte de ella sí. el arte en sí es referencial. uno no empieza así porque sí, de la nada, y se pone a escribir. Sin embargo, no creo que todo Bolaño entre en esta categoría, más bien creo que lo han metido a esta categoría sus epígonos. otra cosa, lo de la referencialidad con el gran mundo literario es, creo, un decir, pues dónde está el gran mundo literario con Kenneth Rexroth, por ejemplo. puedo estar pecando de ingenuo pero pienso que al contrario, en la obra del chileno se ve mucho de traer a sus aguas a gente considerada escritor de poca monta (el caso de rexroth es particular, pues brilla mucho más como padre de la contracultura que como autor de una obra, y esto no porque la calidad de su obra sea menor, sino símplemente porque no hubo interés o interesaban otros que vendían más). ahora que lo pienso sí hay una chupada de medias a muchos otros escritores que "deben" ser nombrados para validar una obra: caso borges el más conocido en bolaño; y también así la literatura seria rusa a lo Bulgakov, etc. pero bueno, es cosa de ir pensándolo un poco más, pues como había dicho anteriormente, hay un bolaño servil a las editoriales. En cuanto al estilo similar: eso se da con muchas generaciones. además, uno le hace guiños a los escritores amigos porque son sus amigos, esto no se hace por vender. en todo caso funciona para vender, pero bueno. no estamos hablando de un kafka, en este caso, alguien que dio reverso al guante literario, sino simplemente de un, a mi parecer, muy buen escritor. así que lo pidamos más de lo que nos ofrece. Distanciamiento irónico no es algo aplicable a 2666, catálogo de referencias no podría aplicarse a relatos como WILLIAM BURNS, sí puede decirse por ejemplo de Nocturno de Chile pero este libro no se escribió como elogio a una tradición; etc.
creo que me estoy parcializando en un sector (Bolaño) que muy en el fondo me interesa solo superficialmente. Aún así, creo encontrar en él una excusa para hablar de un tema que me interesa mucho: la literatura.
y bueno, ojaral, es un placer la visita y espero que se siga repitiendo.

Alejandro dijo...

okoite este post, ever, aprendí mucho.

Ojaral dijo...

Lo que me pasa con Bolaño es que me fastidia el ruido que se arma en torno de una figura que para mí no pasa de ser un escritor correcto. Me fastidia que se lo postule como la gran aparición de la literatura latinoamericana, como si sus libros sacudieran los estamentos de nuestra cultura, como si hubiera un antes y un después de Bolaño. Y la verdad es que su obra no sólo no me genera ningún entusiasmo, sino que ni siquiera me produce rechazo. Bolaño es, como Fresán, como Azúa, un escritor "adecuado". Adecuado a ciertas normas de producción, de posicionamiento y de difusión que a mí no me interesan. Y no es que yo crea, como anda diciendo Incardona por ahí, que el Nobel hay que dárselo a Cucurto. Es sólo que espero de un escritor una voz más o menos disonante en el murmullo uniforme de la literatura globalizada. Eso nomás. Igual no me haga mucho caso, que estas opiniones pueden cambiar con el tiempo y las lecturas.
Saludos.

e. r. dijo...

Alejandro, gracias por la visita. Estuve mirando las intervenciones y no creas que me olvido de la pintanta a mi vieja...jjjee.

Hola ojaral. Para mí que tenés que mantenerte firme en eso, pero por favor no sucumbas ante el cursilón de cucurto... Y otra cosa: Fresán es una lástima. La verdad es que a medida que uno se pone a postear en favoe de un grande, termina viéndolo más chico, chiquitísimo y molesto, y ahora es cuestión de esperar un rato más a ver si lo cabalgamos de nuevo, porque dan ya ganas de putearlo. en fin, un placer como siempre.
Saludos

kurubeta dijo...

Ojaral metió el dedo en el ojo de la llaga santo tomasina!!
agora si podemos falar
de otros items de la literatura de Bolaño:
por ejmplo:
ke en Detectives salvajes hay una onbda literatura realista voluminosa deudora d ela trdicxion de la novela europea del xix...Y ke la multitud de voces es muy homogenea no tienen diversidad real, fonetika, linguistila o dialógika comno dice el ruso bahktine...Por ejmplo cuando el realto esta en la voz de un frances escribe como el bolaño estandar!!
esas cosas muestran ke somos lectores ingenuos...
kreo ke no alcanza a ser kerouac por la falta de ritmo musikal de su prosa, ni jazz (on the road)ni heavy metal (piglia en Plata kemada en interviu con Rollin stone kurepa)ni cumbia villera o eruana (cucurto)...
Avanti la muchachada diseccionadora de barco borracho

e. r. dijo...

ufa, kuru, agora mesmo habría que continuar. Detectives Salveages tiene sí mucho que reclamarle, pero esto partiendo de qué es lo que le pedimos. Pienso que es un mal enfoque este de ir por el zorro, cuando el zorro es en realidad una creación del cazador. ESte exemplo es para no desentonar con siglos pasados y citas remanidas. Los personajes de Piglia, salvo el gombrowicz disfrazado en la segunda parte de Respiración artificial, hablan exactamente igual. No tienen matices los diálogos, en cambio sí la tiene la prosa, que por cierto es bastante parecida entre libro y libro. Igual, más bien. Cucurto no, por favor. Hay dejar en paz al tipo, no tiene nada que ver acá. Sus DOminicanas de cartón, esto sí que es literatura de paquete. Cuadrado como la raíz cuadrada. En cambio, sí se ve, comparado con estos dos autores, una gran variedad de voces en Detectives. El italiano latinizante, el argentino, Heimito el vienés. Etc. Me parece una injusticia, Kuru, la verdad nada que ver. En cuanto a On the road, la musicalidad de la prosa, que pega como bleque bip-bop, es mantenida a lo largo del libro sin muchas variaciones; aunque los personajes tengan una voz potente, las sentencias extravagantes de Cassidy con un tono Cassidy. Etc. Estoy citando como Fresán. Estamos citando como BOlaño sin decir un carajo. En fin, saludos.

KuruPicho dijo...

la musika sinfonika en La sinfonia napoleonika de Burguess...
falamus de ritmo no de voz unidimensional, matices, variaciones, disonancias...puro tercera persona disfrazada, en realidad puro to es kreo detectives, pero no enjuiicio, opino nomas, tranki, sin resentimientos, si te copa, gustos nada mas, tranki, yo me muevo por folisofia d emurena guia, larva de rios, cabrera infante, i otros japirolos menos fashioned, la invisibilidad me copa mas..abanti avati!!!

e. r. dijo...

nada de resentimientos chamigo, tranqui. en el sentido unidimensional, es más interesante la búsqueda que proponen los más olvidados, ahí sí la cita de cucurto resurge por sobre las otras. Una vez hablamos de Héctor Sánchez, por ejemplo, que de prosa oscura pasó a ser oscuramente olvidado. Imitador de cortázar pero más arriesgado y certero en ocasiones. La musicalidad como propuesta es así tristemente muy poco tenida en cuenta por nos lectores y probablemente sea por el idioma castellano de castilla que se mamaron los perros latinos a la hora de escribir y que parece ser todavía, hoy, tópico a seguir, por lo menos para lectores: neutralidad gua'u, bolaterapias por el estilo no hincha bola a la buena costumbre en la expresión. La poesía modernista entró en la prosa latinoamericana, eso lo puse respecto a Bolaño más arriba, pero no así las poesía más experimental, tipo el antropofaguismo y mil yerbas por el estilo. posteá pue´s algo al respecto para alargar el asunto.
saludos

www.dialogandodemiconmigo.blogspot.com dijo...

A mí me gusta mucho Bolaño. Y me parece que la crítica tiende a ser más interesante cuando parte de la fascinación por el "objeto" criticado. Justificar valiéndose de la historia de la literatura porqué no nos gusta un autor es un poco al pedo. Uno tiende a parecerse a un actor porno hablando de sexo, ya aburrido, "hiperestesiado" de que casi todo le de lo mismo (esa sensación de deja vu del que lee demasiado y se indigesta) porque ya probó todas las experiencias y nada lo sorprende.